Ser una escuela privada y familiar, y nuestra trayectoria de más de 50 años nos aportan rigor, consistencia y credibilidad. Nuestro propósito no es ofrecer títulos ni la posibilidad de superar créditos formativos, sino formar aquellas personas que quieran aprender el oficio de esteticista. Porque entendemos esta profesión desde la vocación y así queremos transmitírselo, con entusiasmo y generosidad, a nuestras alumnas.
Nuestro ratio de alumnas es reducido para poder garantizarles una enseñanza de calidad y una atención personalizada, en todo momento. Esto favorece, además, un trato muy cercano y la posibilidad de resolver dudas, supervisar o corregir la técnica, al instante.
Nuestra forma de enseñar es honesta, ampliamente contrastada y ofrece una base muy sólida para desarrollar la profesión desde sus diferentes facetas. Combinamos las clases teóricas con un gran porcentaje de prácticas, donde las alumnas asimilan las técnicas y tratamientos mediante el aprendizaje experimental.
Como escuela, nuestra misión es formar a las futuras esteticistas de forma holística. Un consolidado equipo docente ofrece la teoría y la lleva a la práctica, donde la alumna ejerce el rol de profesional y también el de modelo, para que al aprendizaje sea bidireccional y completo.
Además, nuestras alumnas tienen la oportunidad de experimentar con más de 40 productos cosméticos de nuestro Esthetic Center. Éste es uno de nuestros valores añadidos con los que marcamos la diferencia respecto a otras escuelas de Barcelona.
Otra de las características que nos define es nuestro trato próximo y familiar. Por experiencia sabemos que, durante los dos años que dura el curso integral, las alumnas se desarrollan como profesionales y evolucionan también como personas. Así que en nuestro propósito también está inculcarles valores y que adquieran autoconfianza, criterio propio, presencia, educación en el trato e intuición, ya que todo esto se transmite a los clientes a través de los sentidos.